sábado, 18 de octubre de 2008

1984: Cada día mas cerca

Estados Unidos de América. Adalid de la libertad y ejemplo para todo el mundo occidental. Nos guste admitirlo o no, y a mi no me gusta nada, este joven país tiene una influencia tremenda en la sociedad europea, España incluida. Si miramos la parrilla televisiva nacional no creo que sea una exageración decir que en torno al 50% (si no más) proviene de allí. Y eso me preocupa muchísimo.

La sociedad estadounidense esta llegando a unos niveles de paranoia impensables para cualquier país civilizado. El miedo ha estado determinando su vida durante más de medio siglo. Donde antes eran Rojos hoy son terroristas pero el discurso es el mismo. Una sociedad temerosa es una sociedad controlable. Es difícil explicar la presencia de un presidente como Bush durante 8 años si no.

¿Y a que viene todo esto? Pues a que, en mi opinión, la paranoia estadounidense ha llegado a un punto de no retorno. Comentan en 20 Minutos, que un joven ha sido detenido por escribir un relato acerca de unos zombies que atacaban un instituto y lo han acusado ¡de terrorismo! ¡Por un relato! Podríamos tomarlo como una anécdota graciosa pero es que han arrestado a un chaval. Eso no es gracioso. Eso es el principio de la censura, o lo que es peor la autocensura. ¿Que pasa si quiero escribir una historia sobre un chaval que entra en un instituto y mata a algunos estudiantes? Puede ser un estupendo ejercicio para analizar las causas que llevan a eso y tratar uno de los grandes problemas de nuestro tiempo pero en lugar de eso yo, que tengo miedo de ir a la cárcel, me lo guardo dentro. Eso es lo que consiguen con cosas como esas. Y no me digáis que eso es problema suyo, no hay mas que recordad la vergonzosa sentencia a la genial revista el Jueves, para comprobar que todos tenemos lo nuestro.

Estamos pisando sobre terreno pantanoso y nuestras acciones hoy van a determinar el mundo de mañana. Me entristece mucho, como este mundo cada vez se parece mas a las grandes distropías del siglo pasado. 1984, Farenheit 911, Un mundo feliz o Transmetropolitan parecen, a cada día que pasa, menos sorprendentes.

Benjamin Franklin dijo una vez: "Quien esta dispuesto a sacrificar su libertad por su seguridad, no se merecen ninguna de las dos".