miércoles, 23 de mayo de 2007

Pluton, ese gran desconocido. Parte I

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Aquí tenéis el primer relato un poco largo que escribí. Lo he dividido en dos partes para que no se haga muy largo. Mañana os dejare la conclusión. Espero vuestros comentarios.

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I

Entre la gente podía sentirse una ilusión poca veces vista antes. A pesar de ser degradado de la categoría de Planeta hace años, para toda nuestra generación Plutón seguía siendo el noveno planeta del sistema solar y la posibilidad de explorarlo de cerca bastaba para emocionarnos.

Científicamente, la expedición no tenía grandes alicientes comparada con la exploración de Júpiter y sus satélites o los anillos de Saturno pero en cualquier caso, los astrónomos veíamos el proyecto como el fin de una era, habíamos llegado al más lejano de los planetas y ante nosotros se abrían infinitas posibilidades.

Es curioso como Plutón siempre ha caído simpático entre la gente. Quizás por ser el más pequeño de los “nueve” nos sentíamos obligados a protegerlo o acaso era su exótica posición la que nos atraía, en un lugar tan lejano en el que todo era posible.

En cualquier caso, yo no podía recordar una expectación similar en toda mi carrera, aunque la verdad eso tampoco era decir mucho, razón por la cual era yo el que estaba a cargo del proyecto.

II

El hecho de que se tratara de una expedición rutinaria, destinada sobretodo a la publicidad de la agencia hizo que cuando lo encontramos, estuviéramos menos preparados si cabe, aunque dudo mucho que hubiésemos podido estarlo aunque lo hubiéramos sabido.

Demasiado pequeño para haber sido detectado por los telescopios terrestres más potentes pero lo suficientemente grande para que no hubiera dudas de que se trataba de algo extraño, cuando apareció en nuestras pantallas nos quedamos helados. Ni el más soñador de nosotros esperaba encontrar algo remotamente parecido.

Estábamos recibiendo la primera serie de imágenes de la superficie plutoniana y al observar una imagen general de la zona ecuatorial notamos una extraña formación grisácea difícilmente diferenciable del resto de la imagen. Asumimos que se trataba de algún tipo de accidente natural pero a los pocos segundos otra imagen nos llegó, esta vez con más resolución. Se podía distinguir una estructura más o menos poligonal, con un enorme circulo en medio. Estaba claro que no podía ser nada natural.

III

Fueron las horas más largas de mi vida. En cuanto recibimos esas imágenes enviamos una orden a la Sonda para que enfocara a la estructura descubierta. Una vez enviada, la información tardaba casi 4 horas y media hasta llegar a Plutón y otras tantas, las imágenes en llegar a la Tierra.

Nunca se me ha dado muy bien esperar, ya se que puede resultar algo extraño viniendo de un científico pero es así. Necesitaba centrar mi atención en alguna tarea pero los nervios lo hacían imposible. Si era lo que pensábamos, esa extraña estructura estaba a punto de revolucionar el mundo.

Estábamos todos medio dormidos cuando la alarma sonó. De pronto un poderoso estruendo recorrió la sala. El rumor se había corrido entre todos los trabajadores de la estación de control que se apelotonaban delante de los monitores disponibles. Estas nuevas imágenes no hacían sino corroborar nuestras sospechas.

No podía determinarse el tamaño exacto pero se notaba que era bastante extenso. Se observaba una gran estructura hexagonal que sostenía un gran radiotelescopio. Todos los resultados posteriores arrojaron evidencias escalofriantes. No se trataba de una única estructura sino de varias repartidas por todo el planeta y lo más aterrador de todo: Siempre había, como mínimo, un radiotelescopio apuntando hacia la Tierra.

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Mañana, la conclusión.





3 comentarios:

Anónimo dijo...

interesante,bien escrita que mas puedo pedir.
sin quejas.
La enhorabuena doy te

Atentamente:
Sr.Ignacio Agenor Muñoz Asensio

Anónimo dijo...

¿No publicas la segunda parte de este relato?.


Saludos
Jose Luis

Daniel Santos dijo...

La segunda parte fue publicada el dia siguiente que la primera.
La puedes encontrar aquí
Un saludo