El Grupo
No soy un gran admirador de la filosofía de Aristóteles ni de la de su maestro Platón. A pesar de sus grandes contribuciones me pueden los prejuicios de ver como muchas de sus ideas equivocadas lastraron el desarrollo humano durante siglos. Y más cuando contemporáneos suyos ya fueron capaces de darse cuenta de verdades que no serían redescubiertas hasta el renacimiento.
Sin embargo tengo que reconocer que siempre hubo una teoría de Aristóteles que siempre me fascinó. Su consideración del hombre como “zoon politikon”, o hombre como animal social, me parece muy interesante.
Por mucho que prediquemos nuestra individualidad, nuestra libertad y nuestra capacidad de raciocinio, el ser humano sigue siendo un animal tribal tal y como lo lleva siendo durante millones de años. El grupo nos protege, nos da confianza, nos ayuda a sentirnos mejor. Esto no sorprenderá a nadie, los casos de personas que se ven arrastrados por grupos religiosos o ideológicos extremos no son extraños en nuestra sociedad. Sin embargo siempre me ha impresionado hasta que punto esto es cierto. Y es que creo que no somos del todo conscientes del impacto que tiene la sociedad en nosotros y hasta donde la no-pertenencia al grupo puede despertar un odio totalmente irracional. Compatriota-Extranjero, [Ponga aquí su religión favorita]-infiel, popular-socialista, amigo-enemigo. Cualquier escusa es buena para excluirte de mi grupo.
Porque no lo olvides: tú no perteneces a mi grupo, nunca lo harás y yo siempre seré mejor que tú.