lunes, 23 de febrero de 2009

El Grupo

No soy un gran admirador de la filosofía de Aristóteles ni de la de su maestro Platón. A pesar de sus grandes contribuciones me pueden los prejuicios de ver como muchas de sus ideas equivocadas lastraron el desarrollo humano durante siglos. Y más cuando contemporáneos suyos ya fueron capaces de darse cuenta de verdades que no serían redescubiertas hasta el renacimiento.

Sin embargo tengo que reconocer que siempre hubo una teoría de Aristóteles que siempre me fascinó. Su consideración del hombre como “zoon politikon”, o hombre como animal social, me parece muy interesante.

Por mucho que prediquemos nuestra individualidad, nuestra libertad y nuestra capacidad de raciocinio, el ser humano sigue siendo un animal tribal tal y como lo lleva siendo durante millones de años. El grupo nos protege, nos da confianza, nos ayuda a sentirnos mejor. Esto no sorprenderá a nadie, los casos de personas que se ven arrastrados por grupos religiosos o ideológicos extremos no son extraños en nuestra sociedad. Sin embargo siempre me ha impresionado hasta que punto esto es cierto. Y es que creo que no somos del todo conscientes del impacto que tiene la sociedad en nosotros y hasta donde la no-pertenencia al grupo puede despertar un odio totalmente irracional. Compatriota-Extranjero, [Ponga aquí su religión favorita]-infiel, popular-socialista, amigo-enemigo. Cualquier escusa es buena para excluirte de mi grupo.

Porque no lo olvides: tú no perteneces a mi grupo, nunca lo harás y yo siempre seré mejor que tú.

3 comentarios:

Eli (Rikku) dijo...

La verdad es que es mucho más fácil encasillar a los demás en un extremo que PENSAR que entre los dos extremos existen miles (incluso infinitos) estados intermedios.

Últimamente la palabra "sociedad" suele ser sinónimo de anti-cristo. ¿Tan malo es pertenecer a un grupo? Es decir, sin llegar a extremismos como las sectas, es inevitable que tarde o temprano acabes juntandote con gente que piensa más o menos como tu. No se hace a propósito, simplemente es mucho más fácil vivir y convivir rodeado de personas que se parecen a ti y tu forma de pensar. A menor escala es lo mismo...

Daniel Santos dijo...

No ha sido mi intención criminalizar a la sociedad. Simplemente he expuesto el hecho de que somos animales tribales y de que los grupos ejercen una influencia tremenda en los individuos. Y me refería a influencia en el sentido más amplio de la palabra. Quizás no he estado muy acertado en los ejemplos usados pero basicamente es la idea que quería transmitir.

Por supuesto creo que las personas se juntan con otras "afines" a ellas y esto no es que sea positivo o negatico es que es necesario.
Tambien era mi intentecion señalar como en ocasiones la necesidad de socialización y de sentirse acogido puede llevar a una asimilacion completa de la persona en el grupo. Cuestion que tampoco entro a valorar porque no se como hacerlo, me parece un debate muy interesante.

Anónimo dijo...

Muy bueno el artículo señor Santos. No hay duda de que el ser humano por naturaleza acaba en grupos. Eso no es malo del todo; el error en el que cae el hombre es considerar que su grupo es mejor. Y por tanto los demás son inferiores. Y así comienzan los conflictos...