viernes, 15 de junio de 2007

Aprobando examenes

Ayer hice el último examen de selectividad, que si todo va bien cerrará una etapa de mi vida. No puedo decir que haya sido una mala etapa pero si que, a mi parecer no ha cumplido los objetivos que debería.

Llevo doce años estudiando, de lo cual se podría deducir que he aprendido muchas cosas o como mínimo he aprendido a aprender. Pero no es así, lo único que me ha enseñado este sistema (aunque reconozco que lo ha hecho muy bien) es a aprobar exámenes.

No soy educador ni lo pretendo, pero se reconocer cuando algo no funciona.

No se si será por lo video-juegos, la televisión o los libros de texto, pero se puede ver como el sistema actual de educación le quita al niño lo más valioso que tiene: su curiosidad y su imaginación. Y esa es, a mi parecer el principal factor del fracaso escolar.

Pero el fracaso escolar no es que haya un porcentaje importante de alumnos que no acaben la enseñanza obligatoria, sino que haya un porcentaje muy elevado de alumnos que lo acaben y salgan tan escarmentados que se alejen lo más posible de todo lo que tenga que ver con el saber.

Un ejemplo muy claro es el odio a las Matemáticas que surge de una parte muy importante de los alumnos, ¿a que se debe? Puede que la causa sean matemáticos reconvertidos a profesores que saben muchísimo pero no logran transmitirlo. O puede que sea porque en el programa se le da más importancia a enseñar cosas que a enseñar su importancia. Para mi este debería ser el principal propósito de la enseñanza obligatoria: enseñar la importancia de las cosas. De que sirve que un alumno aprenda a hacer una derivada si no sabe que utilidad tiene. De que sirve que un alumno se aprenda la lista de los reyes de España si no es capaz de deducir su influencia en nuestro tiempo. De que sirve que un alumno asimile todos los ríos de la península si no aprende a cuidarlos y respetarlos.

Algo falla en el sistema educativo, y si las bases no se asientan bien la estructura se tambalea y cae.

No hay comentarios: