Los guionistas exisitimos.

Hace unos meses tuve la oportunidad de asistir a una clase magistral del maestro Enrique Sánchez Abulí, uno de los mejores guionistas españoles, por no decir el mejor. Torpedo, su creación mas conocida, es uno de los mejores cómics “noir” que he leído, una autentica delicia.

El caso es que dijo algo que se me quedó grabado. Al principio me pareció completamente descabellado, como puede que os suene a muchos de vosotros, pero con el tiempo he comprendido cuanta razón tenía. Cuando comenzó la sesión hablando presentándose como guionista de cómics, dijo que mucha gente, al decirle eso, había pensado que el guionista era el que ponía los textos sobre el dibujo, cuando eso lo hace el rotulador. En es momento no me lo tome en serio, pero a mi me han dicho eso un par de veces cuando le hablas a alguien de que eres guionista.

Y guionista de cómic no se encarga únicamente de hacer los diálogos (eso ocurre alguna vez y entonces se denomina dialoguista), el guionista se encarga de crear la historia, decirle al dibujante lo que debe dibujar y también el que escribe los diálogos. Esto es en la teoría, en la practica puede ocurrir (y de hecho ocurre mucho) que los dos, guionista y dibujante, hagan la historia juntos, hablando y discutiendo de la misma, es de aquí cuando surgen las mejores historias, cuando la compenetración es muy grande. Pero esto ya es otro tema.

Si como comentábamos el otro día, el cómic esta muy infravalorado en la sociedad, el guionista mucho más. El público general entiende lo que es un dibujante de cómics pero ni se imagina lo que es un guionista. Y sinceramente, a mi no me molesta el desconocimiento; lo que me fastidia muchísimo es que juzguen y desprecien eso que desconocen, sin haberse molestado en entenderlo